Los microsismos en la Ciudad de México han captado la atención de sus habitantes, especialmente tras una serie de movimientos telúricos registrados el 26 de septiembre. Estos sismos de baja magnitud, aunque comunes, generan inquietud entre los chilangos. Investigadores de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) han ofrecido información clave sobre su origen y características.
La Faja Volcánica Transmexicana y su influencia
La CDMX se encuentra en una zona geológica activa conocida como la Faja Volcánica Transmexicana. Esta región abarca una serie de volcanes y fallas geológicas que son responsables de la actividad sísmica en el área. Según el vulcanólogo Robin Campion, esta faja es un “corredor” que incluye algunos de los volcanes más importantes del país, como el Popocatépetl y el Nevado de Toluca.
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De acuerdo con Víctor Espíndola, especialista del Servicio Sismológico Nacional (SSN), los microsismos son movimientos telúricos con magnitudes menores a 4 que se originan a profundidades relativamente superficiales, entre 500 metros y 2 kilómetros. Esta profundidad es la razón por la que estos sismos no activan la alerta sísmica, que solo se activa para eventos más fuertes y lejanos.
Delia Bello, también del SSN, aclara que la alerta sísmica se activa únicamente cuando un sismo tiene una magnitud superior a 5.5 y se localiza a más de 100 kilómetros del epicentro. Por lo tanto, muchos de los microsismos que se sienten en la capital no generan alarma.
Reactivación tras el sismo de 2017
Un factor significativo en el aumento reciente de microsismos ha sido el devastador sismo del 19 de septiembre de 2017, que tuvo una magnitud de 7.1 y afectó gravemente a varias regiones del país. Este evento reactivó fallas geológicas que habían estado inactivas durante décadas, lo que ha llevado a un incremento en la actividad sísmica en la CDMX.
Bello señala que “lo que hemos observado es una reactivación de fallas”, lo que significa que las condiciones geológicas han cambiado desde aquel evento. Sin embargo, también menciona que es probable que esta actividad disminuya nuevamente en el futuro.
Microsismos recientes en la capital
El 26 de septiembre se registraron varios microsismos en la Ciudad de México. Desde las primeras horas del día hasta la noche, se contabilizaron al menos nueve movimientos telúricos. El más fuerte ocurrió a las 0:39 horas con una magnitud de 2.5 grados en Miguel Hidalgo. Durante la mañana, se detectaron varios sismos menores, todos ellos con magnitudes inferiores a 2.0.
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Riesgo y preparación
A pesar del aumento en los microsismos, los expertos consideran que el riesgo para la población es bajo. No hay evidencia histórica que sugiera que estos movimientos menores puedan desencadenar un sismo mayor en la capital. Sin embargo, es fundamental que los ciudadanos permanezcan informados y preparados para cualquier eventualidad sísmica.
En conclusión, los microsismos son un fenómeno natural común en la Ciudad de México debido a su ubicación geológica. Conocer su origen y características puede ayudar a mitigar el miedo y fomentar una cultura de prevención ante desastres naturales.
