La Cuarta Transformación (4T) del gobierno de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) ha sido un tema de intenso debate en México, especialmente en lo que respecta a su impacto en la economía de los ciudadanos. Uno de los cambios más significativos fue el aumento del salario mínimo, una medida destinada a mejorar las condiciones de vida de los trabajadores que habían enfrentado años de estancamiento en sus ingresos.
Aumento del salario mínimo: Progresos y desafíos
Desde que AMLO asumió la presidencia, el salario mínimo ha experimentado incrementos notables. En 2019, se elevó de 88.36 a 102.68 pesos diarios, y en 2024 alcanzará los 248.9 pesos. Este aumento ha sido visto como un paso positivo hacia la reducción de la pobreza y el fortalecimiento del poder adquisitivo.
Sin embargo, expertos como James Salazar, subdirector de análisis económico en CIBanco, advierten sobre los riesgos asociados a esta política. Aunque ha habido mejoras en los ingresos, el incremento salarial también puede llevar a un aumento en el gasto de los consumidores, lo que podría presionar los precios y contribuir a la inflación. Además, las empresas podrían enfrentar dificultades para contratar personal debido a los mayores costos laborales.
Inflación y su relación con el empleo
Guillermina Rodríguez, subdirectora de Estudios Económicos en Citibanamex, señala que el impacto del salario mínimo en la inflación no debe ser considerado de forma aislada. En julio de 2024, aproximadamente 22.7 millones de trabajadores ganaban hasta un salario mínimo, un aumento significativo desde el inicio del sexenio. Sin embargo, factores externos como la pandemia y la guerra entre Rusia y Ucrania también han influido en el aumento de precios.
A pesar de estos desafíos, Rodríguez destaca que los aumentos salariales han fomentado un ambiente más dinámico en el mercado laboral formal, generando más oportunidades de empleo.
Nearshoring: Una estrategia clave
El fenómeno del nearshoring ha sido otra estrategia clave del gobierno para impulsar la inversión y crear empleo. Este enfoque ha atraído a empresas extranjeras que buscan establecerse en México debido a su proximidad con Estados Unidos. Aunque es complicado determinar cuántos empleos se han creado directamente por esta tendencia, se estima que entre 2019 y 2024 se generaron más de 517,000 empleos formales en el norte del país.
Artemisa Montes, economista de la Universidad La Salle, explica que este crecimiento se debe principalmente a sectores industriales como el automotriz y aeroespacial, que han recibido inversiones significativas.
Desafíos económicos actuales
A pesar del crecimiento impulsado por el nearshoring, la desaceleración económica ha limitado la creación de nuevos empleos en 2024. El Producto Interno Bruto (PIB) ha crecido menos del 2%, lo que ha afectado las contrataciones. Salazar menciona que la migración laboral interna ha sido crucial para mantener la oferta de mano de obra.
Perspectivas para Claudia Sheinbaum
Con Claudia Sheinbaum asumiendo el cargo, se anticipa que el impacto positivo del nearshoring se sentirá con mayor fuerza en 2025. Según datos del IMSS, se registraron más de seis millones de empleos formales en agosto de 2024 dentro de la industria transformadora.
Lucía Mier, directora de Oferta PyME en Scotiabank, resalta que México tiene una oportunidad única para crecer económicamente si las pequeñas y medianas empresas logran integrarse adecuadamente a las cadenas de valor globales.
Los analistas coinciden en que los efectos completos de las políticas implementadas durante la 4T se manifestarán gradualmente en los próximos años. Aunque se han logrado avances significativos como el aumento del salario mínimo y la creación de empleo formal, también persisten desafíos como la inflación y una desaceleración económica generalizada. La forma en que Claudia Sheinbaum aborde estos temas será crucial para determinar si la 4T realmente ha beneficiado a los mexicanos y cómo continuará afectando su bienestar económico en el futuro.