La economía mexicana enfrenta un panorama complicado, con dos meses consecutivos de contracciones. El Indicador Oportuno de la Actividad Económica (IOAE) reportó una caída de 0.1% en septiembre en comparación con agosto. Esta tendencia se suma a una proyección de contracción de 0.3% en el mes anterior, lo que indica una desaceleración en el crecimiento económico del país.
El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) divulgó esta información el lunes, destacando que el IOAE es un indicador adelantado que anticipa el desempeño de la economía mexicana. En julio, la actividad económica también mostró un descenso del 0.1%, después de haber registrado un leve crecimiento en junio. Este comportamiento sugiere que la economía ha perdido impulso en la segunda mitad del año.
Causas de la contracción
La caída en la actividad económica se atribuye a varios factores. En primer lugar, el sector industrial ha mostrado debilidades persistentes, con una caída del 0.2% en julio y un crecimiento muy limitado en los meses anteriores. Las actividades terciarias, que incluyen comercio y servicios, también enfrentan desafíos, con un descenso del 0.1% mensual tanto en junio como en julio.
Analistas han señalado que esta desaceleración se produce en un contexto de inflación elevada y un mercado laboral más débil. A pesar de un déficit fiscal significativo del 5.9% del PIB, la economía mexicana no ha logrado mantener un crecimiento sólido.
Perspectivas futuras
La situación actual plantea preocupaciones sobre el crecimiento económico para el resto del año. Las proyecciones sugieren que el PIB podría experimentar un crecimiento menor al esperado debido a estas contracciones consecutivas. Los analistas esperan que los datos definitivos del PIB para el segundo trimestre se publiquen pronto, lo que podría ofrecer una visión más clara sobre la dirección económica del país.
El IOAE anticipa que el crecimiento anual para junio fue del 1.3%, pero este número podría ajustarse a la baja para julio, con proyecciones que indican un avance más modesto del 1.1%. La pérdida de fuerza en la industria es notable, ya que se prevé que el crecimiento anual para julio sea apenas del 0.1%, lo que representaría el nivel más bajo desde noviembre de 2021.
La economía mexicana se encuentra en una fase crítica, marcada por dos meses de caídas consecutivas en su actividad económica. La combinación de factores internos y externos está afectando su rendimiento general. A medida que se espera la publicación de datos adicionales sobre el PIB, los analistas seguirán monitoreando estos indicadores para evaluar las posibles implicaciones sobre las políticas económicas y las estrategias de recuperación necesarias para revertir esta tendencia negativa.