Polos de Desarrollo: de la planeación al arraigo local

Octavio de la Torre Columna Agenda de Negocios Octavio de la Torre Columna Agenda de Negocios
octavio_de_la_torre

Desde 2019, advertimos la necesidad de evolucionar el modelo de las Zonas Económicas Especiales hacia esquemas más realistas, flexibles y conectados al territorio. En ese año, publiqué el análisis “Un impulso para las Zonas Económicas Estratégicas (más allá de las especiales)”, donde planteé la urgencia de ir más allá del diseño técnico y poner en el centro a las comunidades, las vocaciones de las entidades, los ecosistemas productivos y las cadenas de valor regionales.

Con el anuncio de los Polos de Desarrollo Económico y del Bienestar vemos un avance en esa dirección. Esta nueva política nacional busca detonar inversión y bienestar mediante infraestructura, incentivos fiscales y la integración de sectores clave como agroindustria, energía, electromovilidad, salud y logística. La visión es acertada, pero el éxito no está asegurado por el decreto; está en la ejecución.

No basta con trazar polígonos o declarar intenciones: el verdadero desarrollo sólo ocurre cuando los proyectos echan raíces en el territorio. La experiencia lo demuestra. Netflix (Sector Servicios), al establecerse en Madrid, no solo construyó un estudio: se integró al ecosistema creativo local, generando empleo y contenido exportable. El valor surgió de la articulación con la comunidad, no de la infraestructura por sí sola.

México debe hacer lo mismo. Cada región ya cuenta con capacidades productivas, académicas y sociales en operación. Reconocerlas, fortalecerlas e integrarlas debe ser prioridad. Además, es tiempo de apostar también por los polos de servicios: comercio, turismo, educación y cultura, sectores que generan mejor empleo e inmediato, activan el consumo interno y construyen arraigo social.

Así lo hemos señalado. En el reciente documento entregado por CONCANACO y CANACINTRA a la presidenta Claudia Sheinbaum y al secretario Marcelo Ebrad se subraya la importancia de incluir la comunicación horizontal a través  nuestros integrantes, establecer mecanismos de participación local en donde hace más de 100 años nos encontramos y activar modelos de economía circular, que no solo beneficien al inversionista sino a la comunidad económica local.

Los Polos además de ser vistos como proyectos administrativos, son plataformas vivas de colaboración. Como dijo Octavio Paz: “Una civilización que niega al otro, se niega a sí misma.” Estos polos deben construirse con la comunidad, no sobre ella.

La oportunidad es histórica. El reto es enorme, el desarrollo verdadero se construye desde el territorio. Escuchando, conectando, arraigando.

Add a comment

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Anuncio