En medio del caos, los pensamientos y sentimientos revolotean por doquier. Su movimiento genera una entropía que funciona como la chispa transformadora de la vida. Así es Fénix, la exposición de María José Romero en Le Laboratoire; una muestra que nace de la reflexión en torno al dolor, el proceso, la transformación y liberación.
La artista habló en entrevista para Mundo Ejecutivo CDMX respecto a su exhibición, donde reúne algunas de las obras que realizó en los últimos tres años de trabajo. Como en el Purgatorio de Dante Alighieri y la agricultura de roza y quema, el fuego se convirtió no en un elemento destructor, sino en la esperanza de un nuevo inicio. De tomar todo lo que revuela por el aire y con la explosión volver al origen, una especie de Big Bang que da sentido a una nueva vida.
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María José Romero muestra su renacer con Fénix
Burn es el título con el que inicia este recorrido artístico que nace de la reflexión y del movimiento, del comenzar un nuevo ciclo, transformarse y volver a empezar desde un nuevo punto.
“Venía yo de una experiencia de pérdida y en lugar de dejarme consumir ante esta inminente ruptura y desde un lugar muy intuitivo, comencé a pintar el fuego como una especie de ritual y de ceremonia”, comentó la artista.
Las obras de María José Romero en Fénix son un llamado a la acción, cómo todo lo que despierta una pérdida, tanto en pensamientos y reflexiones, despega desde la soledad y el silencio hasta cambiar todo. Por ello es que los colores también forman parte esencial de la comprensión de esta muestra. Mientras que en las primeras domina el blanco y negro del carbón, conforme el espectador avanza comienza a notar la presencia del color hasta encontrar piezas como Epifanía.

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“Yo ya estaba en otro momento de mi proceso de transformación. Entonces allí es donde empiezan las pinturas a aparecerse y empieza a haber una experiencia y un diálogo con cada una de ellas. Por eso es que asumo cada una de ellas como una ceremonia, como un ritual”, destacó.
Entre símbolos, rituales y ceremonias
María José Romero destacó que detrás de cada una de sus piezas hay símbolos que permiten establecer un diálogo para entender a cabalidad el cuerpo de obra que es Fénix, que estará por varias semanas más en la galería Le Laboratoire (Calle Gral. Antonio León 56, San Miguel Chapultepec II ).
Las llamas que aparecen en Burn continúan con los colores y demás figuras simbólicas que representan toda una explosión de fuerzas elementales. Por ello es que para la artista la exposición es una representación del caos, pero no como algo incontrolable. “El caos es una fuerza por excelencia de evolución”, de rompimiento y de algo a punto de nacer; de una reconstrucción de un rompecabezas.

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Una de las piezas que forman parte de la exposición es El Triunfo de las Semillas, cuyos símbolos van más allá del embrión de la futura planta, sino también al erotismo de la vida. Se trata de una pieza central dentro de la exposición porque luego de la muerte y la explosión que arrasó con la vida, llega lo nuevo a través de la tierra y vemos cómo germina y se presenta una victoria del proceso.
” Hay que tener esa experiencia de sentir la energía de aquello que germina. Que viene del fondo de la tierra, que germina y que triunfa en su germinar. En su volver a la vida, en su nacer a la vida”, sostuvo.
Big Bang, una explosión que termina e inicia la vida
María José Romero, artista detrás de Fénix, comentó para Mundo Ejecutivo CDMX que la pintura es un juego de fuerzas, lo que le da mucha vida. Por ello es que a veces piensa que es como el Big Bang porque cuando nace la vida fue a partir de una gran explosión que transformó lo que existía.

Como parte de la filosofía detrás de sus piezas de los últimos años, citó un fragmento de la obra de Bachelard, El fuego de una vela, donde habló sobre los cuatro elementos. “En el de fuego intenta explicar lo que representa también para el ser humano y la conciencia”.
“Porque nosotros percibimos al fuego como eso que está siempre vivo, que se mueve y nunca está quieto. Consume todo y destruye, para después regenerar. Es una gran metáfora de la vida porque nos hace conscientes de los ciclos y que lo único que está presente siempre es el instante presente”.
Fénix, de María José Romero, estará en la galería Le Laboratoire, en la II sección de San Miguel Chapultepec, hasta el 22 de noviembre.
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