El secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, descartó la posibilidad de un ataque militar contra México tras la designación de seis cárteles de la droga como organizaciones terroristas extranjeras (FTO, por sus siglas en inglés). Marco Rubio aseguró que la prioridad del gobierno de Estados Unidos es brindar al gobierno mexicano información sobre las actividades de estas organizaciones criminales. Mientras tanto, el consejero de Seguridad Nacional de Donald Trump, Mike Waltz, advirtió que los cárteles están sobre aviso y amenazó con “abrir las puertas del infierno” contra ellos para garantizar la seguridad en la frontera con México.
Herramientas para perseguir a los cárteles
Marco Rubio afirmó que, si los cárteles de la droga cruzan las fronteras de Estados Unidos, el gobierno contará con herramientas para perseguirlos utilizando a la policía federal, el Departamento de Seguridad Interior (DHS), el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), la FBI, la DEA y cualquier otra agencia disponible. Durante una entrevista en la red social X con Catherine Herridge Reports, Marco Rubio aclaró que la designación de FTO no implica necesariamente el uso de la fuerza militar. Enfatizó que, en el caso de México, la preferencia es trabajar en conjunto con las autoridades mexicanas y proporcionarles información detallada sobre las actividades y ubicación de estos grupos.
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Sin embargo, Marco Rubio añadió que, si los cárteles representan una amenaza inminente para Estados Unidos o cruzan sus fronteras, el gobierno tendrá las herramientas necesarias para actuar. No mencionó al Pentágono, pero destacó el papel de las agencias federales en la lucha contra estas organizaciones.
Medidas económicas y diplomáticas contra los cárteles
Sobre las herramientas diplomáticas y económicas que desbloquea la designación de FTO, Marco Rubio explicó que esta medida impedirá que cualquier persona o entidad establezca relaciones comerciales con los cárteles. Estos grupos dependen del sistema bancario para realizar compras, alquilar almacenes en Estados Unidos para la distribución de armas o drogas, y colaborar con personas que les ayudan a lavar dinero obtenido de actividades ilícitas. La designación busca cortar estos vínculos y debilitar su operación.
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Por su parte, Mike Waltz advirtió durante su intervención en la convención ultraconservadora de la CPAC, cerca de Washington, que los cárteles están sobre aviso.
“Vamos a abrir las puertas del infierno contra los cárteles. Basta ya. Estamos garantizando la seguridad de nuestra frontera”, afirmó.
Waltz también destacó la colaboración entre el Ejército Mexicano y las fuerzas estadounidenses, como la policía de aduanas y fronteras, para realizar patrullas conjuntas y garantizar la seguridad en la frontera.
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Designación de cárteles y pandillas como organizaciones terroristas
Esta semana, Washington designó como organizaciones terroristas globales a seis grupos mexicanos: el cártel de Sinaloa, fundado en los años 1980 por Joaquín “El Chapo” Guzmán e Ismael “El Mayo” Zambada; el cártel Jalisco Nueva Generación; Cárteles Unidos; el cártel del Noreste; el cártel del Golfo; y La Nueva Familia Michoacana. Además, se añadió a la lista a la pandilla MS-13 (Mara Salvatrucha), de origen salvadoreño, y al Tren de Aragua, una banda creada en Venezuela.
Desde su regreso al poder el 20 de enero, Donald Trump declaró la guerra a los cárteles del narcotráfico mexicanos, a los que acusa de fabricar fentanilo, una droga sintética altamente adictiva. Marco Rubio reiteró que la colaboración con México es fundamental, pero no descartó acciones contundentes si los cárteles amenazan la seguridad de Estados Unidos.