Este 29 de octubre, se anticipa que ocho ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) presenten su renuncia, marcando un momento significativo en el ámbito judicial del país. Entre los ministros que dejarán sus cargos se encuentran la ministra presidenta Norma Piña y los ministros Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena, Juan Luis González Alcántara, Luis María Aguilar Morales, Jorge Mario Pardo Rebolledo, Margarita Ríos Farjat, Javier Laynez Potisek y Alberto Pérez Dayán.
Motivos detrás de las renuncias
Claro está que la decisión de estos ministros está relacionada con su oposición a la reforma judicial promovida por el expresidente Andrés Manuel López Obrador. La reforma ha generado un fuerte debate en el país, y muchos la ven como un intento de influir en el sistema judicial. En contraste, las ministras alineadas con la Cuarta Transformación (4T), como Lenia Batres, Yasmín Esquivel Mossa y Loretta Ortiz Ahlf, han manifestado su intención de participar en la elección de nuevos ministros programada para el primer domingo de 2025.
Implicaciones de la reforma judicial
Así mismo esta reforma, publicada en el Diario Oficial de la Federación el 15 de septiembre, establece que los ministros que no se postulen o no sean electos en 2025 perderán su derecho a pensión. La ministra Ríos Farjat había declarado que preferiría renunciar a su pensión antes que aceptar condiciones que comprometan su integridad.
El presidente del Senado, Gerardo Fernández Noroña, ha desmentido rumores sobre una renuncia masiva y aclarado que los ministros simplemente están declinando participar en la elección del próximo año. Afirmó que continuarán en sus cargos hasta agosto de 2025, a excepción del ministro Luis María Aguilar Morales, cuyo mandato concluye el 30 de noviembre.
Reacciones y expectativas futuras
Como resultado, las renuncias esperadas han generado un debate intenso sobre el futuro del Poder Judicial en México. La oposición critica la reforma como un intento de socavar la independencia judicial y controlar el sistema. A medida que se aproxima la elección de nuevos jueces y magistrados, el panorama del Poder Judicial podría cambiar drásticamente, afectando su funcionamiento y autonomía en los próximos años.
Con estas renuncias y las reformas en curso, México se enfrenta a un periodo crucial que definirá no solo el rumbo del sistema judicial, sino también la relación entre el Estado y sus instituciones.