El sistema de salud en México enfrenta no solo retos sanitarios, también desafíos económicos por la falta de inclusión en la atención médica. Así lo revela el Health Inclusivity Index, un estudio internacional desarrollado por The Economist Intelligence Unit (EIU) y académicos del University College London, con el apoyo de Haleon.
El reporte, presentado en la embajada del Reino Unido en México, destaca que avanzar hacia servicios más accesibles y equitativos podría generar beneficios económicos sustanciales. Estos van desde la reducción de costos sanitarios hasta un repunte en la productividad laboral.
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La investigación está basada en un análisis integral que combina políticas públicas, testimonios de más de 42 mil personas y modelos económicos. Subraya que mejorar la inclusión en salud no solo es un imperativo social, sino también una estrategia financiera sólida.
Inversión en el sector salud, clave para el desarrollo
Roberto Beyrute, director general de Haleon México, enfatizó durante la presentación que la exclusión en salud genera pérdidas económicas evitables para gobiernos y empresas. “Cuando las personas pueden acceder a los servicios y productos necesarios para gestionar su salud, los beneficios se extienden a toda la sociedad; se reducen enfermedades, se minimizan costos y se incrementa la productividad”, señaló.
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Para llegar a estas conclusiones, el Health Inclusivity Index analizó la situación en tres fases clave:
- Evaluación de la infraestructura y políticas públicas orientadas a una atención equitativa
- Examinación de la experiencia real de los ciudadanos al buscar servicios médicos
- Calculo del impacto económico de eliminar barreras para cuatro grupos vulnerables:
- Personas con baja alfabetización en salud
- Población de bajos ingresos
- Mujeres
- Adultos mayores
Los modelos utilizados revelan que cerrar estas brechas tiene efectos inmediatos y medibles: desde ahorros para los sistemas sanitarios hasta una disminución en la carga de enfermedades crónicas que afectan la productividad de millones de trabajadores.
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Entre los hallazgos, el estudio señala que, aunque muchos países, como México, cuentan con políticas robustas, estas no siempre se traducen en experiencias inclusivas al momento de recibir atención. Áreas como dolor crónico, salud bucal, salud mental y enfermedades musculoesqueléticas concentran desigualdades significativas.
También identificaron siete puntos de intervención de alto impacto económico, que van desde mejorar la calidad del aire hasta prevenir caries y fortalecer el tratamiento de osteoporosis. Estas acciones, de acuerdo con el índice, podrían convertirse en motores para un crecimiento económico sostenido al mejorar el bienestar y rendimiento laboral de la población.
El reporte concluye con un llamado a impulsar la colaboración entre gobiernos, sector privado, academia y comunidades.