Durante el 2025 preguntamos en diversas encuestas sobre los valores que más importaban a los informantes. La libertad resultó siempre entre los primeros tres con más menciones. A pesar de que les importa, los mexicanos perdieron la noción de ser libres, ignoran que la Libertad se sostiene con derechos y con instituciones que los materializan.
En los últimos siete años, particularmente en los últimos dos, las libertades en México se han deteriorado, al igual que la seguridad jurídica y los derechos de los ciudadanos. Enfrentamos una involución democrática, un retroceso de la autodeterminación de los individuos y una pérdida del poder que antes residía en el pueblo y que ahora lo tiene un grupúsculo de políticos de la peor calaña.
En 2024, la 4t decretó la desaparición de los organismos independientes. Con ello, los ciudadanos perdimos a las instituciones del Estado que nos garantizaban poder sobre las autoridades políticas. A usted, amable lector, no le pasó nada en apariencia, su vida continuó y continúa como si nada hubiese ocurrido. Solo que en este momento:
1. Con la desaparición del INAI (Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a Información y Protección de Datos Personales) ya no es posible que usted exija rendición de cuentas. Puede solicitarle información a cualquier institución pública, solo que nada ni nadie le obligará a entregarle esa información. Tampoco habrá quien preserve sus datos personales y ahora cualquier funcionario puede hacer mal uso de ellos. Corrupción, impunidad y represión, por eso lo eliminaron.
2. Con la desaparición de la Cofece (Comisión Federal de Competencia Económica), usted ya no tiene quien garantice las reglas de competencia en la economía. Significa que se pueden formar monopolios, oligopolios o monopsonios que distorsionen actividades económicas en perjuicio de los consumidores, usted es un consumidor.
3. Con la desaparición del IFT (Instituto Federal de Telecomunicaciones) ya no existe un organismo regulador de las telecomunicaciones con criterios técnicos y económicos claros y transparentes. Hoy los usuarios de las telecomunicaciones (usted y yo) y los concesionarios pueden ser víctimas de intereses y decisiones arbitrarias en perjuicio de nuestra economía y del desarrollo nacional.
4. Con la desaparición de la CRE (Comisión Reguladora de Energía) y de la CNH (Comisión Nacional de Hidrocarburos), el gobierno federal puede intervenir en las decisiones regulatorias para beneficiar a las paraestatales CFE o PEMEX. Energía cara, sucia e insuficiente es lo que nos entregan sin que nadie pueda hacer algo.
5. Con la desaparición del Coneval (Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social) y de la Mejoredu (Comisión Nacional para la Mejora Continua de la Educación), nadie nos garantiza que las estadísticas del gobierno sean las correctas, ni que las políticas públicas y los presupuestos se utilicen adecuadamente para la reducción de la pobreza y la educación eficaz y pertinente de las nuevas generaciones.
6. Con la reforma judicial se eliminaron barreras de competencia técnica en las personas juzgadoras y el partido en el poder tomó el control de la impartición de justicia. No se hará más accesible, eficaz ni expedita a la justicia, al contrario, los mexicanos ya no podemos disentir, expresarnos y movilizarnos, porque ya no existe un poder independiente que salvaguarde esos derechos.
Ahora falta la reforma electoral. El régimen busca que nuestro voto no elija a quien gobierne. Si la decisión mayoritaria es contraria al régimen, no habrá manera de hacer prevalecer esa voluntad. Modificará la conformación del Poder Legislativo para que se eliminen los contrapesos y nunca más la oposición pueda influir o detener reformas al marco legal. Le quitarán financiamiento público a los partidos para evitar que puedan competir por el poder y que MORENA sea el único partido con organización, estructura y base social. Eliminarán a los órganos electorales de los Estados para que las elecciones sean controladas desde el poder central.
En síntesis. Cada día dejamos de ser un pueblo de ciudadanos con derechos. Nos están convirtiendo en siervos de un régimen corrupto, voraz y autoritario, sin la posibilidad de cambiarlo por la vía electoral y pacífica.
¿Usted qué se puede hacer? Mucho, todo. Defienda su libertad. Hable del tema, haga conscientes a otros de la situación. Manifieste su posición en contra de las reformas realizadas y de las que pretenden imponer, en público y en privado, en sus redes sociales y en las calles.
Ningún régimen político está conformado por buenas personas. La Virtud pública está en la Ley y en las Instituciones, defiéndala. No sea ingenuo, ni omiso, ni miedoso, ni egoísta, ni cómplice, sus descendientes se lo agradecerán.
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