Hay momentos en que el liderazgo no puede callar. El 2025 nos demuestra que, mientras debatimos sobre discursos, las inversiones se van, los empleos se pierden y la confianza se erosiona.
La reciente encuesta sobre el cierre y la relocalización de inversiones en México para 2025, en 19 estados —35% de ellos en la frontera norte— confirma que el 83.8% del sector conoce empresas que planean salir:
- 58.2% por altos costos operativos y fiscales
- 41.2% por cambios regulatorios o aduanales
La mayoría de estas decisiones no vienen de caprichos, sino de altos costos fiscales, cambios abruptos en la regulación, inseguridad y un sistema operativo lento. Lo más grave es que el 21% de esas empresas daban trabajo a más de 500 personas cada una.
La frontera norte, nuestro punto de contacto comercial más dinámico, hoy refleja el impacto: en Tijuana, las exportaciones cayeron en 7.1% y la disponibilidad industrial subió 29% respecto al año anterior, señal de que muchos parques industriales tienen mayor disponibilidad. Mientras tanto, 139,444 empleos formales desaparecieron solo entre abril y junio.
¿Dónde estamos fallando? Al no priorizar lo urgente: certidumbre, agilidad, seguridad y reglas claras.
En los 32 foros estatales T-MEC y 30 mesas sectoriales, los empresarios fueron directos. De cada seis problemáticas señaladas de manera reiterada, solo una tiene que ver con el tratado o con Estados Unidos. Las otras cinco dependen directamente de nosotros.
Se resumen en:
- Tiempos de respuesta inaceptables (hasta 750% más lentos del SAT y la SE)
- Cambios regulatorios sin aviso
- Cargas fiscales desproporcionadas
- Duplicidad en trámites
- Inestabilidad energética
La buena noticia es que las soluciones están identificadas. Por eso, desde la Concanaco Servytur se impulsa la Cruzada por la Competitividad, que incluye:
- Un marco regulatorio previsible
- Corredores logísticos seguros y reacción inmediata a bloqueos
- Estímulos reales a la permanencia y reinversión empresarial
- Infraestructura aduanera moderna
- Una nueva narrativa que recupere la imagen de México como destino de inversión.
Hoy, más que nunca, el silencio o la pasividad puede salir más caro que cualquier error.
No necesitamos reinventar México. Necesitamos hacerlo funcionar bien, con un enfoque en resultados y con la firme convicción de que proteger lo que ya tenemos es la única manera sensata de avanzar.