Los próximos años serán testigos de una transformación profunda en el mercado laboral global. Según el World Economic Forum (WEF), factores como los avances tecnológicos, el desarrollo económico, los cambios demográficos y la transición energética remodelarán industrias y profesiones en todo el mundo. Este cambio estructural desplazará 92 millones de empleos, pero generará 170 millones de nuevas oportunidades laborales, lo que se traduce en un aumento neto de 78 millones de puestos de trabajo para 2030.
La remodelación del mercado laboral
El informe “El Futuro de los Trabajos, Reporte 2025” del WEF señala que esta transformación estará impulsada principalmente por la tecnología y los cambios sociales. Muchos de los nuevos empleos se centrarán en sectores como la inteligencia artificial (IA), el análisis de datos y la ciberseguridad, mientras que otros estarán relacionados con el cuidado de personas, la educación y la agricultura.
La transición no será sencilla. El WEF destaca que el 40% de las habilidades necesarias para estos nuevos roles serán diferentes de las que hoy predominan en el mercado laboral. Además, el 63% de los empleadores identifican la falta de habilidades adecuadas como un desafío significativo al momento de contratar personal.
“Se espera que la demanda de habilidades tecnológicas en inteligencia artificial, big data y ciberseguridad experimente un rápido crecimiento, pero las habilidades humanas, como el pensamiento creativo, la resiliencia, la flexibilidad y la agilidad, seguirán siendo críticas”, afirma el informe.
Roles más demandados para 2030
El estudio del WEF identifica los trabajos que tendrán mayor crecimiento en términos absolutos para los próximos años. Entre los más solicitados destacan:
- Trabajadores agrícolas: La agricultura seguirá siendo un pilar fundamental en muchas economías, especialmente en regiones en desarrollo.
- Conductores de reparto: El auge del comercio electrónico y las entregas a domicilio garantizarán la relevancia de este sector.
- Desarrolladores de software y aplicaciones: La digitalización continuará impulsando la necesidad de expertos en programación.
- Personal de enfermería y asistentes de cuidado personal: El envejecimiento de la población global aumentará la demanda de cuidadores y profesionales de la salud.
- Trabajadores sociales y consejeros profesionales: El bienestar emocional y social de las personas será una prioridad en las próximas décadas.
Otros roles destacados incluyen trabajadores de la construcción, procesadores de alimentos, gerentes de proyecto, maestros universitarios y de educación secundaria, así como personal de ventas y servicio de alimentos y bebidas.
El desafío de las habilidades emergentes
La transición hacia este nuevo mercado laboral implica que los trabajadores deberán adaptarse rápidamente. Las habilidades tecnológicas, como la programación, el análisis de datos y la gestión de ciberseguridad, serán esenciales. Sin embargo, las competencias humanas, como el pensamiento creativo, la empatía, la resiliencia y la adaptabilidad, continuarán siendo clave para el éxito en muchos de los nuevos roles.
Por ejemplo, los desarrolladores de software y especialistas en IA deberán combinar habilidades técnicas con creatividad para diseñar soluciones innovadoras. Por otro lado, los trabajadores sociales y los cuidadores requerirán una alta dosis de empatía y resiliencia para enfrentar los desafíos emocionales y físicos de sus ocupaciones.
Los empleos en declive
Mientras algunos sectores crecerán, otros disminuirán considerablemente. El WEF señala que los roles que experimentarán una menor demanda incluyen:
- Cajeros
- Asistentes administrativos
- Secretarias ejecutivas
- Cuidadores de edificios y personal de limpieza
- Almacenistas
- Contadores y auditores
Esto se debe, en gran parte, a la automatización y digitalización de tareas repetitivas que anteriormente requerían intervención humana.
La importancia de la educación y la capacitación
Ante este panorama, la educación y la capacitación continua se convierten en pilares esenciales para garantizar la empleabilidad. Las organizaciones deberán invertir en programas de formación para ayudar a sus empleados a adquirir las habilidades necesarias para los roles emergentes. Asimismo, los gobiernos y las instituciones educativas tendrán un papel crucial en el diseño de currículos que reflejen las necesidades del mercado laboral en constante evolución.