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Las especies animales que pueden “desextinguir” tras éxito del lobo huargo

Especies, como el dodo y el tigre de Tasmania, podrían volver gracias a la ingeniería genética tras la "desextinción" del lobo huargo.

El reciente nacimiento de dos ejemplares del lobo huargo modificados genéticamente ha abierto una nueva etapa en la ciencia de la desextinción. La empresa Colossal Biosciences, con sede en Estados Unidos, logró recrear a esta especie extinta hace más de 12,000 años gracias a la ingeniería genética.

Rómulo y Remo, como fueron nombrados estos ejemplares, no son una copia exacta del lobo huargo original. En realidad, fueron desarrollados a partir del ADN de lobos grises modernos, editado con material genético recuperado de fósiles antiguos. Según Colossal, se modificaron 20 genes para simular las características físicas del lobo extinto, como su tamaño, pelaje denso y poderosas mandíbulas.

Este hito, aunque más simbólico que biológico, ha reavivado el debate sobre la desextinción: ¿realmente estamos reviviendo especies desaparecidas o simplemente creamos versiones inspiradas en ellas? Para muchos científicos, como Nic Rawlence de Nueva Zelanda, la desextinción verdadera solo sería posible mediante la clonación, un objetivo que aún está lejos de alcanzarse.

Dodo, tigre de Tasmania y mamut: ¿los próximos en volver?

Tras el anuncio del lobo huargo, Colossal también confirmó su interés en otras especies emblemáticas, entre ellas el dodo y el tigre de Tasmania.

El dodo, ave no voladora extinta en el siglo XVII por la acción humana, es uno de los proyectos más ambiciosos de la empresa. El equipo trabaja con el Laboratorio de Paleogenómica de la Universidad de Copenhague para mapear su genoma completo. El plan es editar genéticamente células madre de la paloma Nicobar, su pariente más cercano, usando la técnica CRISPR. Estas células luego se insertarían en un ave subrogada, que podría producir óvulos y espermatozoides con material genético del dodo.

Por otro lado, el tigre de Tasmania o tilacino, un marsupial carnívoro extinto en 1936, también está en la lista. Su desextinción se basa en la modificación genética de un pariente cercano, el dunnart de cola gruesa. Colossal sostiene que esta acción no solo recuperaría al tilacino, sino que ayudaría a conservar la diversidad de marsupiales en Australia.

El mamut lanudo también figura entre los objetivos de la empresa, aunque los avances son más limitados. Por ahora, solo se han logrado ratones con pelaje similar al del mamut, y no existen medios viables para modificar elefantes, su especie base, debido a su condición de protegidos.

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