Lo que por décadas fue parte de la ciencia ficción está a punto de tomar vuelo en la vida real. En 2026, la empresa eslovaca Klein Vision planea iniciar la producción en serie del AirCar, un vehículo híbrido entre coche y avión que ya cuenta con certificación oficial de vuelo y promete transformar el concepto de movilidad aérea urbana.
Con un diseño que parece salido de una película futurista, el AirCar es el primer coche volador certificado del mundo, y su lanzamiento marca un parteaguas en la historia de la aviación y la industria automotriz. Su creador, Stefan Klein, lleva más de 30 años perfeccionando esta idea, y finalmente está listo para despegar, ahora con una visión clara: enfocarse en el mercado de lujo y el transporte aéreo ejecutivo o turístico.
Producción limitada, exclusividad garantizada
La estrategia de Klein Vision no apunta a la producción en masa. Al contrario, se trata de un producto exclusivo, casi artesanal: se fabricarán entre tres y cuatro unidades por mes, con un techo de 100 vehículos por año. Cada unidad será ensamblada en Eslovaquia, donde se construirá una fábrica especializada para este proyecto pionero.
El modelo que llegará al mercado será el AirCar 2, una evolución del prototipo original, que tiene su primer vuelo programado para septiembre de este año. Su predecesor, el AirCar 1, ya demostró su funcionalidad al completar más de 170 horas de vuelo, con más de 500 despegues y aterrizajes desde que recibió la certificación oficial en 2022.
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¿Qué puede hacer el AirCar?
Este coche volador no es solo una promesa tecnológica, sino una realidad funcional con especificaciones impresionantes:
- Usa gasolina convencional
- Capacidad para 2 pasajeros
- Vuela a más de 5,000 metros de altitud
- Alcanza una velocidad de hasta 250 km/h en el aire
- Requiere solo 300 metros de pista para despegar
- Funciona tanto como coche como avión, con un modo de conversión automático
El precio inicial será de 900 mil euros, y contará con motores de 280 o 340 caballos de fuerza, dependiendo de la versión. Está dirigido principalmente a quienes buscan experiencias de viaje exclusivas, así como a servicios de taxi aéreo de alta gama.
Expansión controlada: China tendrá su propia línea de producción del AirCar
La visión global del proyecto ya dio su primer paso con la firma de un acuerdo de fabricación exclusiva en China con la empresa Hebei Jianxin. Este convenio permitirá que el AirCar se construya dentro del país asiático, pero las ventas internacionales serán gestionadas directamente desde Eslovaquia, lo que refuerza la intención de mantener el control sobre la calidad, distribución y posicionamiento del producto a nivel mundial.
Más allá de la hazaña técnica, el AirCar representa un cambio de paradigma en la movilidad aérea personal. Aunque aún faltan regulaciones específicas y adaptaciones en la infraestructura para su uso cotidiano, este proyecto marca el inicio de una era en la que los vehículos voladores podrían convertirse en parte del paisaje urbano.
