En un momento clave para las relaciones entre las dos principales economías del mundo, el presidente de China, Xi Jinping, sostuvo este jueves una conversación telefónica con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en medio de crecientes fricciones diplomáticas y una delicada tregua comercial que pende de un hilo.
La llamada fue solicitada por Donald Trump, según informó la agencia oficial china Xinhua, aunque sin revelar mayores detalles sobre el contenido del diálogo ni los compromisos alcanzados. Este contacto directo entre los mandatarios ocurre tras semanas de recrudecimiento en la retórica bilateral, marcada por acusaciones mutuas sobre el incumplimiento de los acuerdos alcanzados el mes pasado en Suiza.
Un diálogo tras un frágil pacto en Ginebra
El 12 de mayo, ambos gobiernos habían negociado en Ginebra una pausa en la guerra comercial que desde hace meses ha sacudido a los mercados globales. El acuerdo contempló una reducción de aranceles, que en su punto más alto habían alcanzado niveles históricos: 125% para bienes estadounidenses en China y 145% para productos chinos en EE. UU.
Tras las conversaciones, se pactó bajar temporalmente las tarifas al 30% para las exportaciones chinas y al 10% para los productos estadounidenses, mientras ambas partes se comprometieron a mantener el diálogo con el objetivo de alcanzar un acuerdo más duradero.
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Nuevas tensiones con sello proteccionista
Sin embargo, la reciente ofensiva discursiva de Trump ha vuelto a tensar la cuerda. Desde su regreso al poder en enero, el mandatario republicano ha reactivado una agenda comercial marcadamente proteccionista. La semana pasada, acusó públicamente a China de “no respetar los términos” del pacto negociado en Ginebra y advirtió que su Gobierno no tolerará “maniobras dilatorias ni ventajas desleales” por parte de Pekín.
Estas declaraciones encendieron las alarmas en los círculos diplomáticos y comerciales, y provocaron la respuesta del gobierno chino, que rechazó las acusaciones y exigió respeto por los compromisos pactados, al tiempo que reiteró su voluntad de continuar negociando.
Expectativas tras la llamada entre Xi Jinping y Donald Trump
Aunque el contenido preciso de la conversación no ha sido difundido, analistas internacionales coinciden en que se trató de un intento por rebajar tensiones antes de una posible reanudación de negociaciones formales. La llamada sugiere, al menos, que persiste el canal de comunicación directa entre los líderes, un factor clave en anteriores momentos de crisis comercial.
En Washington, voceros de la Casa Blanca declinaron hacer comentarios inmediatos sobre el tema, mientras que en Beijing se limitaron a confirmar el contacto y subrayar el compromiso de China con “una cooperación basada en el respeto mutuo”.
La relación entre Estados Unidos y China no solo está marcada por disputas arancelarias, sino también por desacuerdos geoestratégicos en torno a Taiwán, el mar de China Meridional, el desarrollo tecnológico y la seguridad cibernética.
