Claudia Sheinbaum mantiene su discurso de austeridad republicana, pero enfrenta crecientes contradicciones dentro de su propio partido. Mientras la presidenta insiste en que “el poder se ejerce con humildad y sencillez”, varios funcionarios de Morena han sido fotografiados con artículos de lujo o en costosos viajes internacionales, generando críticas y cuestionamientos públicos.
Los casos que desafían el discurso oficial
Sergio Gutiérrez Luna, presidente de la Cámara de Diputados, ha sido visto con relojes y joyas de alto valor, además de asistir a eventos exclusivos como la Fórmula 1. Andrés Manuel López Beltrán, hijo del expresidente y secretario de Organización de Morena, fue fotografiado en un lujoso hotel de Tokio. Aunque argumentan gastos privados, estos episodios contrastan con el mensaje oficial de austeridad que promueve el gobierno. 
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El dilema político de Morena
Gustavo Martínez, politólogo de la UNAM, explica que en un contexto de pobreza y desigualdad, la coherencia en el estilo de vida de los funcionarios se vuelve crucial. Sheinbaum ha optado por llamados al orden sin confrontaciones directas, buscando mantener la unidad partidista mientras avanza en reformas clave. Sin embargo, esta estrategia podría afectar la credibilidad del proyecto político ante la ciudadanía.
La tensión entre el discurso oficial y las prácticas de algunos morenistas sigue siendo un desafío para la imagen del gobierno y su promesa de transformación.
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