La industria automotriz mexicana, uno de los pilares económicos del país, enfrenta un desafío sin precedentes debido a los aranceles impuestos por Donald Trump, que entrarían en vigor el pasado 4 de marzo y que fueron pospuestos para el 2 de abril. Con 75,131 empleos directos en el ensamblaje de vehículos y cerca de 1 millón de trabajadores en toda la cadena productiva, este sector generó 10,198 millones de dólares en Inversión Extranjera Directa (IED) entre enero y septiembre de 2024.
Sin embargo, las nuevas medidas arancelarias amenazan con frenar su crecimiento y poner en riesgo miles de empleos, especialmente en estados como Baja California, Guanajuato y Coahuila, donde se concentra la producción de autos que terminan en las carreteras de Estados Unidos.
Trump aprieta las tuercas: deslocalización y empleos en riesgo
La industria automotriz mexicana enfrenta una tormenta de incertidumbre tras el anuncio de aranceles por Donald Trump. Estos gravámenes, que afectan directamente a la manufactura de vehículos y autopartes, han puesto en riesgo miles de empleos y han generado preocupación en el sector. En 2024, la industria automotriz contribuyó con 1.14 billones de pesos, equivalentes al 4.43% del Producto Interno Bruto (PIB) nacional. De este total, la fabricación de autos y camiones aportó 640,212 millones de pesos (2.48%), mientras que la producción de autopartes sumó 502,429 millones de pesos (1.95%), según cifras del INEGI.
La presión arancelaria ya ha comenzado a mostrar sus primeros efectos. Honda, por ejemplo, decidió trasladar la producción de su modelo Civic híbrido a Indiana, Estados Unidos, en lugar de fabricarlo en Guanajuato, México, como originalmente estaba planeado. Aunque la empresa japonesa no ha emitido un comunicado oficial, esta decisión refleja el impacto de las políticas de Donald Trump, quien ha insistido en que las empresas automotrices regresen sus operaciones a territorio estadounidense.
Marcas en la cuerda floja: Toyota, Honda, Ford y GM bajo presión
Las marcas más expuestas a los aranceles de Donald Trump son Toyota, Honda, Ford y General Motors (GM). Toyota, por ejemplo, exporta el 93% de su producción nacional a Estados Unidos, principalmente el modelo Tacoma, ensamblado en Baja California y Guanajuato. En 2024, la empresa envió 227,849 unidades de las 245,007 producidas. Por su parte, Honda exportó la totalidad de su producción, aunque parte de esta podría corresponder a remanentes o a la fabricación tercerizada de la SUV Prologue para GM.
Ford y GM también enfrentan riesgos significativos. Ford exporta el 92.65% de su producción local, que incluye modelos como el Bronco, Maverick y el Mustang Mach-E, fabricados en Sonora y el Estado de México. Mientras tanto, GM ensambla una decena de modelos en sus plantas de Coahuila, siendo el Chevrolet Equinox el más afectado, con 219,071 unidades enviadas a Estados Unidos en 2024.
El efecto dominó: empleos, inversiones y el futuro incierto
Los aranceles de Donald Trump no solo afectan a las empresas, sino también a los 75,000 empleos directos en las ensambladoras. Los trabajadores más vulnerables son los 4,000 que fabrican la Toyota Tacoma en Baja California y Guanajuato, ya que 90% de su producción se exporta a Estados Unidos.
Para Jorge Molina Larrondo, especialista en comercio internacional del Tecnológico de Monterrey, los aranceles harán menos competitivos a los autos fabricados en México, lo que reducirá sus ventas en Estados Unidos y, como un efecto dominó, impactará negativamente en las inversiones y empleos locales. Además, el mercado estadounidense no tiene la capacidad para abastecer la demanda de vehículos compactos, segmento en el que México es líder.
La industria automotriz es uno de los principales motores de la Inversión Extranjera Directa (IED) en México. En 2024, el 52.5% de los 19,407 millones de dólares invertidos en manufactura se destinó a la fabricación de equipo de transporte, con 10,198 millones de dólares para la producción de autos y camiones. Además, del total de 14.6 millones de empleos en el sector secundario, 9.7 millones corresponden a las industrias manufactureras.
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Sin embargo, las medidas proteccionistas de Donald Trump amenazan con revertir estos avances. Los aranceles ya han generado incertidumbre y podrían frenar inversiones o poner en pausa proyectos futuros. En un contexto donde el 84.1% de las exportaciones mexicanas tienen como destino Estados Unidos, y el 28.3% corresponde al sector automotriz, el impacto económico podría ser significativo.