La tensión en Medio Oriente volvió a escalar este sábado, luego de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, confirmara que su país ejecutó ataques aéreos contra instalaciones nucleares estratégicas de Irán. Las acciones militares, centradas en Fordow, Natanz e Isfahan, se dan en medio del conflicto abierto entre Irán e Israel, que ha sacudido el equilibrio regional en las últimas semanas.
Desde su red social Truth Social, Trump advirtió que, si no se restablece la paz, su administración está preparada para intensificar la ofensiva, lo que podría derivar en lo que describió como “una tragedia” de mayor escala.
Este no es un hecho aislado. La historia reciente demuestra que Estados Unidos ha tenido un patrón de conflictos y acciones militares en diversos países del Medio Oriente. Lo ocurrido con Irán este sábado es la continuación de una política de intervencionismo que se remonta a mediados del siglo XX y que ha tenido consecuencias políticas, sociales y humanitarias a largo plazo.
Irán: Una historia de tensiones profundas
Aunque el ataque del sábado se inscribe en el actual conflicto con Israel, Estados Unidos e Irán mantienen una relación cargada de desconfianza desde 1953. Ese año, la CIA y el MI6 ejecutaron la Operación Ajax, que derrocó al primer ministro Mohammad Mosaddeq luego de que este nacionalizara la industria petrolera iraní. Desde entonces, las tensiones han escalado, con episodios como la Revolución Islámica de 1979, la toma de la embajada estadounidense y, más recientemente, el asesinato del general Qasem Soleimani en 2020.
Otros escenarios de conflicto de EE.UU. en Medio Oriente
Líbano: La intervención de 1958
En 1958, durante la crisis política y religiosa en Líbano, Estados Unidos intervino militarmente para apoyar al presidente Camille Chamoun, quien solicitó ayuda para mantener el orden en medio de una guerra civil incipiente. Las fuerzas estadounidenses y libanesas tomaron control del Puerto y del Aeropuerto Internacional de Beirut, permaneciendo en el país por aproximadamente tres meses hasta el fin del mandato presidencial.
Afganistán: La “Operación Libertad Duradera”
Tras los atentados del 11 de septiembre de 2001, Estados Unidos lanzó el 7 de octubre la campaña militar en Afganistán con bombardeos masivos dirigidos a desmantelar a Al Qaeda y derrocar al régimen talibán. Esta ofensiva marcó el inicio de la llamada “Operación Libertad Duradera”, que utilizó tecnología bélica avanzada como bombarderos B-2 y misiles Tomahawk para atacar objetivos clave en todo el país.
Libia: Campaña aérea de 2011
En marzo de 2011, Estados Unidos, en alianza con la OTAN, inició una campaña de bombardeos contra Libia bajo el mando del AfriCom y posteriormente la OTAN. En el transcurso de siete meses, se realizaron más de 30 mil misiones aéreas, lanzando alrededor de 40 mil bombas y misiles, con el objetivo de derrocar al régimen de Muamar Gadafi. Esta intervención derivó en una prolongada crisis y un vacío de poder que aún afecta al país.
Irak: Ataques y tensiones en la zona
Estados Unidos ha realizado múltiples ataques en Irak, incluyendo recientes ofensivas en bases del sur de Bagdad contra milicias alineadas con Irán, en respuesta a tensiones regionales y tras un ataque israelí en Beirut. Estos choques forman parte de la compleja dinámica en la región, donde distintos actores y milicias pugnan por influencia.
Siria: Bombardeos contra el Estado Islámico
En Siria, Estados Unidos llevó a cabo ataques aéreos contra posiciones del grupo extremista Estado Islámico, que dejaron decenas de muertos y buscaban desarticular la amenaza terrorista que ha desestabilizado la región durante años.
Una advertencia y un futuro incierto
El presidente Trump no solo confirmó el ataque a Irán, sino que lanzó una clara advertencia: si no se logra la paz, Estados Unidos está dispuesto a incrementar sus acciones militares, lo que podría desencadenar una tragedia en la ya volátil región del Medio Oriente.
Estos eventos subrayan la complejidad y la larga historia de conflictos entre Estados Unidos y los países del Medio Oriente, donde intervenciones militares y tensiones políticas han marcado la agenda internacional por décadas, con consecuencias aún por verse en el futuro inmediato.
