En la CDMX, las lluvias intensas ya no son un fenómeno aislado. Cada temporada, decenas de pequeños negocios enfrentan pérdidas económicas que van más allá de los encharcamientos: refrigeradores dañados, mercancía inservible y un flujo de clientes cada vez más escaso.
Cuauhtémoc Rivera, presidente de la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (Anpec), lo explica con claridad. Para muchos locatarios, un par de electrodomésticos arruinados representa una pérdida de hasta 100 mil pesos. Tienditas, estéticas, mueblerías y otros comercios familiares que operan desde la vivienda de sus dueños rara vez cuentan con liquidez o un fondo de respaldo.
“Viven al día”, afirma Rivera, y en ese contexto, un evento climático como una inundación se convierte en un verdadero riesgo de cierre definitivo. El Banco de México coincide: las lluvias son el fenómeno que más estragos deja en los negocios.
Clientes encerrados y ventas congeladas
La lluvia no solo causa daños materiales, también vacía las calles. Los consumidores evitan salir, cancelan compras o simplemente optan por plataformas digitales. Como resultado, las ventas en muchos puntos de la capital bajan entre 30 y 40%.
Esta caída afecta de forma especial a comercios que dependen del ingreso diario y que, además, no logran digitalizar su operación. La falta de ventas, sumada a pérdidas materiales, convierte cada tormenta en una crisis.

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Cuando la recuperación depende de la buena voluntad
La reconstrucción del negocio no siempre viene de un plan estructurado. En muchos casos, Rivera señala que los proveedores son quienes hacen posible que los comercios se levanten. Es decir, ofrecen pagos flexibles, descuentos o, en algunos casos, sustitución de equipos. No es una política empresarial, sino un acto de solidaridad.
Negocios: Cómo prepararse antes de que llegue el agua
- Revisa si el local se encuentra en una zona propensa a inundaciones.
- Resguarda equipo y documentos en estantes altos y coloca barreras como costales de arena.
- Define acciones claras en caso de emergencia, como desconectar aparatos o evacuar.
- Haz un inventario de daños después del evento, con evidencia visual y limpieza profunda.
- Evalúa la eficacia del plan aplicado y corrige lo necesario.
En la capital, donde los aguaceros son cada vez más frecuentes, los pequeños negocios enfrentan una doble amenaza. Las tormentas que inundan sus locales y un entorno económico que no perdona errores. Para sobrevivir, prepararse es tan importante como vender.
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