La Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) no planea una reforma fiscal integral para 2025, pero analiza ajustar los beneficios tributarios que ya no resultan efectivos. Carlos Gabriel Lerma Cotera, subsecretario de Ingresos, confirmó que el foco estará en evaluar las renuncias recaudatorias, que este año sumarán 1.579 billones de pesos (4.39% del PIB). Esta revisión busca optimizar los ingresos sin modificar el marco impositivo actual, mientras se refuerzan los controles aduaneros contra el contrabando.
Enfoque en beneficios fiscales y no en reforma estructural
Lerma Cotera aclaró que, aunque no hay planes para modificar el sistema tributario en su conjunto, se identificarán los regímenes preferenciales que han perdido relevancia. El objetivo es reducir las exenciones que ya no generan beneficios económicos claros, sin afectar a sectores estratégicos. 
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Las renuncias recaudatorias, que incluyen estímulos fiscales y tratamientos especiales, representan un monto significativo en las finanzas públicas. Si se optimizan, podrían liberar recursos para prioridades como infraestructura y programas sociales. Además, la SHCP reforzará la supervisión en aduanas para combatir la evasión y el comercio ilegal, una de las principales fugas de ingresos.
Pemex seguirá recibiendo apoyo presupuestal en 2025
Durante la conferencia, Bertha Gómez Castro, subsecretaria de Egresos, adelantó que el gobierno mantendrá una partida presupuestal para apoyar la liquidez de Petróleos Mexicanos (Pemex) el próximo año. Aunque no especificó el monto, confirmó que se incluirá en el Paquete Económico 2026, junto con recursos para refinanciar deudas de la empresa estatal.
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Este anuncio refleja la postura oficial de seguir respaldando a Pemex, pese a sus desafíos financieros. Sin embargo, quedaron pendientes respuestas sobre otros temas clave, como el impacto de las sanciones estadounidenses a bancos mexicanos y su efecto en la percepción internacional de las finanzas del país.
Mientras Hacienda evita cambios radicales en materia fiscal, su estrategia se centra en maximizar la recaudación existente y controlar el gasto improductivo. El reto será equilibrar estas medidas sin afectar el crecimiento económico o la confianza de los contribuyentes.
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