El “Blue Monday”, el día más triste del año, se celebra el tercer lunes de enero, en este caso, hoy. Y se ha convertido en una oportunidad para reflexionar sobre la salud mental en el ámbito laboral. A menudo, la reintegración al trabajo tras las fiestas y el estrés financiero derivado de las deudas provocan una desconexión emocional que afecta tanto el bienestar de los empleados como su productividad.
Rosalinda Ballesteros, directora del Instituto de Ciencias del Bienestar y de la Felicidad de la Universidad Tecmilenio, señala que el comienzo del año puede ser un reto laboral.
La transición de las vacaciones a la rutina diaria puede generar tensiones, y esa desconexión afecta la manera en que las personas se relacionan en su entorno de trabajo. En este sentido, las interacciones personales son significativas para facilitar el regreso laboral.
El costo económico del estrés laboral
Jorge Mérida, socio creativo de la firma ADN Wellbeing, enfatiza que los efectos emocionales no solo repercuten en el ánimo de los trabajadores, sino también en su rendimiento y en el ausentismo. Un trabajador que padece de depresión puede ausentarse hasta 24 días al año, lo que representa una carga adicional para los equipos de trabajo y afecta el desempeño general de la empresa.
El informe “El Estado del Lugar de Trabajo 2024” de Gallup revela que la desconexión con el entorno laboral aumenta la probabilidad de experimentar emociones negativas, como estrés, ansiedad o tristeza. Sin embargo, aún son pocas las empresas que abordan este problema de manera abierta. Según un estudio de OCC, solo el 34% de los empleados se siente cómodo hablando sobre su estrés con sus superiores.
Incentivar el bienestar laboral como estrategia de competitividad
En este escenario, la implementación de medidas que promuevan el bienestar emocional en el trabajo no solo beneficia a los empleados, sino que se traduce en una mayor productividad. Las empresas que fomentan un ambiente positivo logran un mayor compromiso de los trabajadores y mejor desempeño.
Ballesteros asegura que las organizaciones que priorizan la salud mental generan un ambiente más atractivo y competitivo, lo cual es clave para atraer y retener talento.
Los expertos coinciden en que es esencial sensibilizar a los líderes empresariales sobre la importancia de la salud mental. El Blue Monday, en este sentido, puede servir como un recordatorio para abordar este tema y tomar medidas preventivas que beneficien tanto a las personas como a las empresas.
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