Una mirada dentro de uno mismo y más allá, lo que nos crea, lo que somos; hacia la lengua. El lenguaje no son solo las palabras, sino es la música que escuchamos y los pasos con los que bailamos, son los sueños con los que exploramos el inconsciente que nos hace reencontrarnos como lo logró Alejandro Ángel Arzoumanian en Y verbo seré aunque no me conjuguen.
El autor publicó su poemario luego de sus trilogía acompañado de Argél, un personaje enigmático del cual a la vez que abordaba sus aventuras, también estaban las semillas de la poesía. En entrevista con Mundo Ejecutivo, el autor habla acerca de este manifiesto poético que publicó con Camelot Ediciones.
Lo que destaca Alejandro Ángel Arzoumanian más allá de pertenecer a algún género literario en específico, celebra la posibilidad de continuar con la disciplina artística. Sobre todo en años difíciles y aciagos para todos por los niveles de violencia y la falta de cariño. Ante ello, el verbo, origen de todo, de la existencia misma.
“Al interior de la palabra germina una auténtica plusvalía del sentimiento que debemos descubrir desenmascarando la palabra. La poesía es el arte de traducirnos, es el arte de sacarnos de ese interior críptico y traducirnos de un modo mucho más honesto, significante”, sostiene.
Alejandro Ángel Arzoumanian, un poeta que nos invita a ver nuestro interior
En tiempos aciagos por la violencia y la velocidad, destacó la importancia de la espera y el encuentro con el interior. Tal es el secreto de los cultores, quienes aún a pesar de la seducción de la inteligencia artificial apuestan por una profundidad.
“Creo que nosotros hemos descubierto la inteligencia artificial antes que ella misma se descubriese”, resaltó el poeta, novelista y músico, quien percibe un mayor deseo de profundidad en la poesía, la narrativa y la música.
Alejandro Ángel Arzoumanian comentó que son pocos los cultores musicales, escritores, poetas que buscan sus composiciones a través de su propio interior. Cuando lo logran, crean una simbiosis espiritual con la gente.
“Lo que debemos es estar cerca de nosotros mismos, solo en ese momento alcanzaremos artísticamente a los demás”, añadió.
Tras la publicación de Y verbo seré aunque no me conjuguen, el escritor continúa con la escritura y la música. Su interés está en maniobrar entre varias disciplinas, siendo posible un nuevo libro de poesía que nos lleve a nuestro interior.
