Hamás aceptó un borrador de acuerdo para un alto al fuego en Gaza y la liberación de rehenes, según fuentes de funcionarios involucrados en las negociaciones. Qatar, mediador en el proceso, confirmó que tanto Israel como Hamás se encuentran más cerca que nunca de llegar a un acuerdo, tras más de un año de intensas negociaciones.
Aunque aún faltan detalles por resolver, un funcionario israelí destacó que el acuerdo está casi listo, pero debe pasar por la aprobación del gabinete israelí. Esta última fase de las negociaciones se desarrolla en medio de una creciente esperanza por concluir antes de la investidura del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, el próximo 20 de enero.
El plan en tres fases para el cese al fuego
El acuerdo que se está discutiendo se estructura en tres fases principales. La primera fase contempla la liberación de 33 rehenes, incluyendo mujeres, niños y personas heridas, a cambio de la liberación de mujeres y niños palestinos encarcelados en Israel.
Además, en este primer tramo se prevé una retirada parcial de las fuerzas israelíes de las zonas más pobladas de Gaza, el retorno de los palestinos a sus hogares en el norte del territorio y un aumento significativo de la ayuda humanitaria con 600 camiones diarios.
La segunda fase, que aún está siendo negociada, incluiría la liberación de más rehenes, sobre todo soldados israelíes, a cambio de más prisioneros palestinos y la retirada total de las fuerzas israelíes de Gaza. Sin embargo, esta etapa sigue siendo uno de los puntos más complejos y no hay garantías de que el alto el fuego continúe tras la primera fase.
La tercera fase incluiría la devolución de los cuerpos de los rehenes restantes, así como la creación de un plan de reconstrucción para Gaza, bajo supervisión internacional, que se extendería entre tres y cinco años.
Obstáculos persistentes en el camino hacia la paz
A pesar de los avances, el proceso sigue enfrentando importantes obstáculos. Hamás insiste en que no liberará a los últimos rehenes sin un cese total de las hostilidades y la retirada completa de las fuerzas israelíes de Gaza. Por su parte, Israel deja claro que reanudará sus operaciones militares si no se eliminan las capacidades militares de Hamás.
Otro desafío importante es el control del territorio. Israel mantendría el control del Corredor de Philadelphi, en la frontera de Gaza con Egipto, mientras que retiraría sus fuerzas del Corredor de Netzarim, en el centro de Gaza, lo que podría ser un punto de tensión en las negociaciones.
El acuerdo propuesto promete aliviar a la población de Gaza, que ha soportado un conflicto devastador durante más de 15 meses, aunque aún queda mucho por hacer para garantizar su éxito y la reconstrucción del territorio.
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