La contaminación atmosférica podría acelerar la progresión del Alzheimer, según un estudio publicado el 8 de septiembre en JAMA Neurology. La investigación reveló que las personas expuestas a mayores concentraciones de partículas finas en el aire mostraron una acumulación más intensa de proteínas amiloides y tau en el cerebro.
Estas sustancias están estrechamente vinculadas con el deterioro cognitivo característico de esta enfermedad. El hallazgo responde a la necesidad de entender cómo la calidad del aire influye en la salud neurológica y por qué representa un riesgo mayor para quienes ya viven con este padecimiento.

Únete a nuestro canal de WhatsApp
Evidencia científica sobre el impacto del aire contaminado
El equipo de investigación, encabezado por el Dr. Edward Lee, codirector del Instituto sobre el Envejecimiento de la Universidad de Pensilvania, examinó más de 600 autopsias almacenadas en el Banco de Cerebros de Penn Medicine. Al comparar los niveles de exposición a la contaminación con el tejido cerebral, encontraron que por cada microgramo por metro cúbico de partículas finas adicionales, la acumulación de amiloide y tau aumentaba en 19%.
Estas partículas, conocidas como PM2.5, son más pequeñas que una hebra de telaraña y provienen de incendios forestales, gases de escape, emisiones industriales y actividades de construcción. Su tamaño les permite penetrar en los pulmones y alcanzar el torrente sanguíneo, lo que incrementa el riesgo de daño en distintos órganos, incluido el cerebro.
LEE TAMBIÉN: Apple presenta el iPhone 17 Pro Max: precios confirmados en México

Consecuencias clínicas y retos futuros
Los expedientes médicos analizados también mostraron que la exposición prolongada a la contaminación se asoció con un deterioro cognitivo más rápido, pérdida de memoria, problemas de lenguaje y dificultades para realizar actividades cotidianas. Aunque en Estados Unidos los niveles de contaminación se han reducido en las últimas décadas, los investigadores advierten que incluso un solo año en áreas con alta concentración de partículas puede tener efectos considerables en el desarrollo y la progresión del Alzheimer.
La evidencia disponible plantea una llamada de atención sobre cómo factores externos pueden influir en la salud cerebral y sugiere que reducir la exposición a la contaminación podría convertirse en una medida preventiva adicional frente a esta enfermedad neurodegenerativa.
¡Consulta todo nuestro contenido y sigue a Mundo Ejecutivo CDMX en Google News!