La Corte Suprema de Estados Unidos autorizó este lunes 23 de junio las deportaciones sin aviso en EE. UU. Aprobaron una solicitud de emergencia del gobierno federal para expulsar a migrantes hacia países distintos a su lugar de origen. Este dictamen incluye a personas provenientes de territorios en condiciones de violencia extrema, como en Sudán del Sur.
La nueva medida permite realizar deportaciones sin notificación previa ni derecho a apelar, en un giro significativo de la política migratoria.
La resolución bloquea de forma temporal la orden del juez federal Brian Murphy, quien había establecido que el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) debía notificar anticipadamente a los migrantes sobre su país de destino y permitirles invocar el temor a ser torturados.
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División en la Corte Suprema por las deportaciones sin aviso en EE. UU.
La decisión fue tomada sin explicación formal y con la oposición de las tres juezas liberales del máximo tribunal:
- Sonia Sotomayor
- Elena Kagan
- Ketanji Brown Jackson
En su voto disidente, Sotomayor criticó duramente el fallo y lo calificó como una “recompensa a la ilegalidad”, señalando que el gobierno está ignorando decisiones judiciales previas.
Para expertos en derecho y organizaciones humanitarias, la decisión representa un triunfo para las posturas más duras dentro de la política migratoria estadounidense, similares a las impulsadas durante la administración Trump, que priorizaban las expulsiones rápidas sin evaluaciones individuales.
Convención contra la Tortura y ambigüedades legales
En el centro del debate sobre las deportaciones sin aviso en EE. UU. en la Corte Suprema de Estados Unidos se encuentra la Convención contra la Tortura, ratificada por Estados Unidos en 1994. Este tratado internacional prohíbe la deportación de personas hacia países donde puedan ser víctimas de tortura, pero no especifica con claridad los procedimientos mínimos que deben garantizarse.
Estas lagunas legales han permitido interpretaciones restrictivas por parte de las autoridades migratorias. Según distintas organizaciones defensoras de derechos humanos, la imposibilidad de apelar podrían llevar a violaciones sistemáticas de derechos internacionales.
Medida temporal con alto impacto humanitario
Aunque la decisión de la Corte Suprema de Estados Unidos tiene carácter provisional, el precedente legal que establece ha generado preocupación entre defensores de migrantes y organismos internacionales. Las deportaciones sin aviso en EE. UU. podrían colocar a miles de personas en situaciones de riesgo sin haber tenido oportunidad de presentar su caso ante un juez.
Finalmente, el caso seguirá su curso en tribunales inferiores. Aun así, esta resolución es vista como una antesala al endurecimiento en la política migratoria.
