En medio del lodo se levanta un ser. La contorsión de su cuerpo no deja adivinar en un primer momento qué o quién es, pero con los movimientos de la cámara la verdad se revela. Los seres humanos nacieron de una mazorca, de la tierra, del vientre del planeta a la vez que se vuelven uno con el mundo. Binnizá, los seres de las nubes, de Juan Carlos Rulfo, muestra la resistencia de esta civilización a la vez que preservan su cosmovisión.
El largometraje debutó en el Festival Internacional de Cine de Morelia gracias al trabajo de todo el equipo que estuvo detrás desde los momentos de filmación. Recorriendo el Istmo de Tehuantepec, todo comenzó como un homenaje al maestro Francisco Toledo, pero se convirtió en la celebración a una cultura.
Como una especie de un ensayo visual poético que celebra la identidad cultural y espiritual del pueblo zapoteca fue como la crítica definió este trabajo, en el que el productor Eduardo Díaz fue pieza clave. En entrevista para Mundo Ejecutivo CDMX, sostuvo que este documental reflexiona sobre la resistencia y la creatividad que definen a esta comunidad.

Binnizá. Los seres de las nubes
El espectador entra a este universo de la mano de la poeta Irma Pineda. La lectura de sus versos transmiten la cosmovisión de este pueblo que no se considera zapoteca, en respeto a sus propias tradiciones.
El productor destacó la cálida recepción que ha tenido la película y la manera en que conecta con las raíces más profundas del México diverso.
“La gente nos decía que era una historia sobre la identidad mexicana, contada desde una mirada poética y visualmente conmovedora”, expresó.

El documental Binnizá. Los seres de las nubes, de Juan Carlos Rulfo, surge de una investigación de varios años en la que el equipo de Rulfo se adentró en la región de Juchitán para retratar a personajes como la poeta Irma Pineda, el artista Lucas Avendaño y otros creadores que encarnan el espíritu de los binnizá, “los hijos de las nubes”.
Uno de los pilares del documental es el homenaje al maestro Francisco Toledo, figura clave en la defensa cultural del Istmo. Según Díaz, la idea inicial fue rendir tributo al pintor Rodolfo Nieto, pero con el fallecimiento de Toledo el proyecto tomó un nuevo rumbo.
“No queríamos hacer un retrato biográfico, sino capturar el espacio y la energía donde habitó Toledo, construir su vida a través de las voces de quienes lo rodearon”, explicó.

La resistencia de un pueblo que vive entre las nubes
La película aborda el espíritu de resistencia de las comunidades zapotecas ante terremotos, conflictos sociales y presiones económicas sin perder su identidad ni su arte.
Para el productor Eduardo Díaz, esa capacidad de crear belleza en medio de la adversidad es la mayor forma de resistencia. “Esa es la magnificación de la resistencia: artistas que, desde la gráfica o la poesía, mantienen viva su esencia y su forma de habitar el mundo”, comentó para Mundo Ejecutivo CDMX.
Binnizá. Los seres de las nubes contó con el apoyo de Cine Documental y de la Fundación FEMSA, cuyo respaldo permitió concretar un proyecto que tomó más de cinco años de investigación, rodaje y posproducción.
Los realizadores planean llevar la película de regreso al Istmo de Tehuantepec, donde se proyectará de manera especial con los protagonistas y comunidades que participaron en el rodaje.
“Queremos que la adopten como suya, que la vean y nos digan qué sienten”, concluyó.
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Por Néstor Ramírez Vega