Por Miguel Ángel Flores Serna
Hablar del Mundial 2026 nos hace pensar en goles, estadios repletos y banderas ondeando con entusiasmo. Pero para Nuevo León significa mucho más que un evento deportivo: es la oportunidad de consolidarnos como un estado a la vanguardia.
El programa “Ponte Nuevo, Ponte Mundial”, impulsado por el Gobernador Samuel García, va mucho más allá de la cancha. Se trata de dejar un legado que se quede con nosotros décadas después del silbatazo final.
No se trata solo de tener la mejor sede, sino de lograr una transformación integral con nuevas líneas de Metro, miles de camiones modernos y más espacios deportivos y públicos renovados. Queremos que quienes nos visiten encuentren un estado vanguardista, pero sobre todo, que la gente de Nuevo León disfrute esa transformación todos los días.
Las grandes ciudades del mundo entendieron esta oportunidad y la aprovecharon: Barcelona después de los Juegos Olímpicos de 1992 o Berlín tras el Mundial de 2006 son ejemplos de cómo un evento deportivo puede marcar un antes y un después en la historia de una comunidad. Ahora es nuestro turno.
Pero este proyecto no puede ni debe ser solo del Gobierno. Es un trabajo en equipo. Los empresarios, las universidades, las asociaciones civiles, los municipios y los ciudadanos tenemos que “remar para el mismo lado”. Cada uno puede aportar: desde impulsar proyectos innovadores hasta acciones sencillas como mantener limpia la ciudad y recibir con los brazos abiertos a quienes vendrán de todas partes del mundo.
Estoy convencido de que el verdadero triunfo no se medirá en el marcador, sino en el legado que dejaremos para nuestra gente. Si logramos seguir siendo primer lugar en todo, entonces habremos ganado el partido más importante.
El balón ya está en juego. Y en este equipo, jugamos todos.
¡Consulta todo nuestro contenido y sigue a Mundo Ejecutivo CDMX en Google News!