Una profunda reflexión sobre la construcción de la identidad es lo que el fotógrafo Carlos-Álvarez Montero presenta en Loose Blues en Vámonos que ya nos vieron. Esta exposición demuestra la técnica que ha dominado por cerca de 30 años, así como las inquietudes que marcan su carrera.
Aunque en ocasiones se relaciona su trabajo con la cultura chicana, el artista aclara que su enfoque está en cómo se forma la identidad individual y colectiva. Sobre todo en contextos migratorios, luego que fue un fenómeno al que estuvo cerca por años.
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La exposición de Carlos Álvarez-Montero incluye imágenes tomadas entre 2007 y 2009 en Nueva York, así como una fotografía reciente de 2023. Dos de las tres piezas centrales pertenecen al periodo inicial, cuando Montero vivió en La Gran Manzana. Allí documentó a jóvenes mexicanos que, en busca de pertenencia, se identificaban con la estética chicana.
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La más reciente retrata a un joven ruso que adoptó la estética chola y forma parte activa de un colectivo de bicis low riders en Nueva York, integrado en su mayoría por mexicanos y otros latinos.
“Las culturas se hacen de una mezcla de cosas de otras culturas”, afirmó Carlos Álvarez-Montero.
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En entrevista para Mundo Ejecutivo CDMX, comentó que la comunidad low rider creció y ganó visibilidad en los últimos años. Esto se ve especialmente a través de eventos como el desfile mexicano de septiembre, que en 2024 tuvo una participación masiva. Esta visibilidad, dice, refleja un cambio generacional en la comunidad migrante mexicana que afirma con más fuerza su presencia e identidad.
Además de los low riders, la exposición retrata aspectos íntimos de la identidad a través de devociones religiosas. Tal es el caso de la fe en San Judas o incluso disciplinas como el boxeo.
“En el boxeo hay un compromiso mayor y parte de eso es cómo te ves, te presentas, cómo posas”, explicó.
Estas imágenes capturan momentos en los que los jóvenes definen su camino, muchas veces impulsados por sus familias, en busca de disciplina, identidad y futuro.
No solo fotografía: La inquietud ilustrativa de Carlos Álvarez-Montero
La muestra también incluye una faceta menos conocida del artista: su trabajo como dibujante. Antes de dedicarse a la fotografía quiso ser ilustrador, pero la vida lo llevó por otro camino. Hace ocho años retomó el dibujo como una forma de bitácora personal. Con el tiempo, estos trazos evolucionaron en una práctica artística seria que ahora se materializa en un libro que acompaña la exposición.
“Son como fotografías del inconsciente, imágenes que no tomé y luego hago una versión de lo que recuerdo”, dijo.
Ese proceso dio lugar a un cuaderno que finalmente se convirtió en el eje de un libro de dibujos. La obra es una incursión honesta en el mundo interior del artista, donde el recuerdo, la intuición y la memoria visual toman forma sobre el papel.
El libro, junto con las fotografías expuestas, complementa una narrativa sobre lo que somos, lo que llevamos dentro y lo que decidimos mostrar al mundo.
Vámonos que ya nos vieron, de Carlos Álvarez-Montero, está abierta al público en Loose Blues hasta el 10 de agosto en un horario de lunes a sábado de 12:00 – 20:00 horas.
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