Luego de casi 140 años de historia, Del Monte Foods se declara en bancarrota

Luego de casi 140 años de historia, Del Monte Foods se declara en bancarrota Luego de casi 140 años de historia, Del Monte Foods se declara en bancarrota
Foto: Facebook Del Monte Foods

La icónica compañía de alimentos enlatados, Del Monte Foods, ha solicitado protección por bancarrota bajo el capítulo 11 en Estados Unidos, en medio de una creciente crisis financiera que la obliga a vender prácticamente todos sus activos. La empresa, con casi 140 años de historia y conocida por productos como vegetales enlatados, caldos y salsas, ha enfrentado presiones crecientes derivadas del alza en los costos de financiamiento, cambios de comportamiento del consumidor y el impacto residual de la pandemia.

La empresa, que opera desde California y es propiedad de Del Monte Pacific Limited desde 2014, acumuló una deuda garantizada superior a los 1,200 millones de dólares, y anunció que ya negoció un acuerdo de reestructuración con sus principales acreedores. En este marco, Del Monte Foods recibió 165 millones de dólares en financiamiento DIP (deudor en posesión) para mantener sus operaciones durante el proceso de reestructuración judicial.

Del Monte Foods: Una leyenda de la industria alimentaria en crisis

Fundada en 1886, Del Monte fue durante más de un siglo un referente en el mercado de alimentos procesados en América del Norte. Su portafolio incluye reconocidas marcas como Contadina, College Inn y Joyba, además de sus famosas frutas y verduras enlatadas. Sin embargo, los últimos años han sido especialmente desafiantes para la compañía.

Durante la pandemia de COVID-19, Del Monte experimentó un repunte excepcional en la demanda, ya que millones de personas comenzaron a cocinar en casa. En respuesta, la compañía incrementó su producción y acumuló inventario. Pero tras la reapertura de la economía, la demanda cayó abruptamente, lo que dejó a Del Monte con almacenes saturados de productos, muchos de los cuales se vieron obligados a venderse con grandes pérdidas o incluso amortizarse.

Únete a nuestro canal de WhatsApp

Aumento de costos e inflación: Los enemigos invisibles de la lata

Otro factor decisivo en la bancarrota de Del Monte fue el aumento sostenido de las tasas de interés en Estados Unidos. Desde 2020, los costos financieros de la empresa prácticamente se duplicaron, elevando de forma drástica su carga de intereses. La deuda que contrajo Del Monte Pacific para adquirir la empresa hace una década se convirtió en un lastre insostenible bajo las nuevas condiciones macroeconómicas.

A esto se suman otros desafíos estructurales: los precios del acero y del aluminio, materias primas claves para la fabricación de latas, se incrementaron por efectos de aranceles y costos logísticos globales. Del Monte confirmó que el 80% del acero que se usó en sus latas se importa, lo que encarece aún más sus operaciones.

Además, la competencia con marcas privadas se intensificó. Según S&P Global, entre el 40 y el 45% del mercado de conservas está dominado por marcas blancas, que ofrecen productos similares a precios significativamente más bajos. En tiempos de inflación, los consumidores buscan precios más bajos, lo que ha desplazado el consumo hacia estas marcas, debilitando la posición de empresas tradicionales como Del Monte.

Leer más: ¿Cuánto paga la Concacaf al campeón de la Copa Oro 2025? México a un paso del título

El futuro de Del Monte: ¿Renacimiento o desaparición?

Greg Longstreet, CEO de Del Monte Foods, declaró que este proceso de bancarrota busca sentar las bases para una nueva etapa de sostenibilidad:

“Tras una evaluación exhaustiva de todas las opciones disponibles, determinamos que un proceso de venta supervisado por la corte es la mejor manera de construir una Del Monte más fuerte y duradera”.

En los documentos presentados ante la corte de bancarrotas, la empresa aseguró que seguirá operando con normalidad mientras avanza el proceso de venta. El objetivo, según la compañía, es preservar los empleos, cumplir con proveedores y garantizar la distribución continua de productos en supermercados durante la transición.

Un golpe simbólico para la industria alimentaria estadounidense

La caída de Del Monte Foods representa más que una crisis empresarial: es un símbolo de los desafíos que enfrentan las marcas tradicionales en una economía cada vez más dominada por precios dinámicos, exigencias logísticas y hábitos de consumo cambiantes. Su proceso de bancarrota será observado de cerca no solo por el sector alimentario, sino también por inversores, analistas y consumidores que crecieron con sus productos.

Aunque aún no se ha especificado qué compañías podrían adquirir los activos de Del Monte, el proceso de reestructuración y venta probablemente tomará varios meses. Las decisiones tomadas durante este periodo definirán si la marca Del Monte logrará mantenerse como parte del paisaje alimenticio estadounidense o pasará a ser otro caso de legado empresarial que se pierde.

¡Consulta todo nuestro contenido y sigue a Mundo Ejecutivo CDMX en Google News!

Add a comment

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Anuncio