Un análisis reciente del Center for Global Development, un influyente centro de estudios estadounidense advierte que México será el país más perjudicado si el Senado de Estados Unidos aprueba un impuesto del 3.5% sobre las remesas enviadas desde ese país. Este gravamen, que actualmente se discute en la Cámara Alta estadounidense, podría reducir el flujo de dinero hacia México en aproximadamente 2,600 millones de dólares durante 2025, a partir de un total estimado de 64,000 millones de dólares en remesas enviados en el 2024.
¿Por qué México sería el más afectado?
El estudio destaca que México recibe el mayor volumen de remesas del mundo, y un impuesto de esta magnitud (3.5% sobre cada envío) desincentivaría el uso de los canales formales, como remesadoras y bancos, afectando tanto el monto total enviado como la frecuencia de las transferencias. Este doble impacto, según el Center for Global Development, se debe a que:
- El costo adicional reduce el monto enviado, ya que los remitentes destinan parte del dinero para cubrir el impuesto.
- Se desincentiva el envío por vías oficiales, con lo que aumenta la probabilidad de que las remesas circulen por canales informales, menos seguros y sin regulación.
Apoyándose en investigaciones previas, los expertos señalan que un aumento del 1% en el costo de envío puede provocar una caída del 1.6% en las remesas enviadas. Aplicando esta lógica, el impuesto del 3.5% implicaría una reducción aproximada del 5.6% en los flujos anuales hacia México.
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Consecuencias económicas y sociales
El impacto del impuesto no se limitaría a la disminución del dinero que las familias mexicanas reciben del extranjero. El informe prevé efectos en múltiples dimensiones:
- Menores ingresos familiares: lo que afectaría el consumo doméstico, con potenciales repercusiones en el crecimiento económico local.
- Debilitamiento del consumo: al reducirse el dinero disponible, se puede esperar un freno en la demanda de bienes y servicios.
- Presiones cambiarias: menos divisas ingresando al país podrían desestabilizar el tipo de cambio y aumentar la volatilidad en el mercado financiero.
Otros países afectados y diferencias en capacidad de absorción
Además de México, otros países que recibirán un impacto significativo son India, China, Vietnam, Guatemala, República Dominicana y El Salvador, todos importantes receptores de remesas desde Estados Unidos.
El análisis también señala que los migrantes mexicanos tienen una mayor capacidad relativa para absorber el costo del impuesto en comparación con sus homólogos centroamericanos. Por ejemplo, mientras los mexicanos envían en promedio el 16.7% de sus ingresos, los guatemaltecos destinan cerca del 45%, lo que les deja menos margen para asumir gastos extras y los hace más vulnerables a las medidas fiscales.
Cambios en las vías de envío
El estudio identifica tres posibles estrategias que podrían adoptar los migrantes para evitar o minimizar el impacto del impuesto:
- Solicitar a personas con ciudadanía estadounidense que envíen dinero en su nombre, para eludir la aplicación directa del gravamen.
- Optar por transferencias interbancarias, que podrían no estar sujetas a esta tasa.
- Recurrir a canales informales de envío de dinero, menos seguros y fuera del alcance regulatorio, lo que podría aumentar los riesgos para los receptores.
La posible aprobación del impuesto de 3.5% sobre remesas en el Senado estadounidense representa un desafío económico y social para México y otras naciones receptoras.
